La emocion de quemar el dinero

 Solo cuando se es niño, y quiza no muy bien portado mientras no este bajo la mirada vigilante de los padres, se puede uno gastar cualquier cantidad de dinero en juegos pirotécnicos, o cuetes  como se les conoce en Mexico, los hay de varios tipos, hoy no se que nombre tendran pero en mi infancia eran, chifladores, que solo emitian un fuerte silvido, los marcianitos, que arrojaban chispas como una luz de bengala, y los mas populares (y peligrosos) cañones, que producen un gran estruendo.

 A pesar de las advertencias de los padres y tios, de que pueden ser peligrosos o una completa perdida de dinero que se esfuma con un estallido, se hace caso omiso a todos los consejos, un niño casi siempre ignorara toda frase que incluya "es por tu bien" o " no lo hago por molestarte".

 Hoy como adulto comprendo lo molesto e irritante que es estar tranquilamente sentado leyendo o viendo la TV y de repente saltar del susto por el tremendo estallido cerca de mi ventana que fue producido por uno de los cuetes que se venden actualmente, o peor aun es ir caminando por la calle y ser sorprendido por uno de esos potentes estruendos, muchas de las mujeres no pueden contenerse de dar un grito, los hombres tratamos de disimular el sobresalto.

 En esta epoca cuando mas se acerca el fin de año mas y mas niños quemaran su dinero, como lo hicimos los ya no tan jovenes en su momento, ya les tocara a ellos ser molestados por la siguiente generacion.