Hoy las calles lucían sin el ir y venir de jóvenes uniformados, por que es día sin clases para celebrar el día del maestro, que se puede decir de estos profesionistas, algunos son como politicos en su discurso son justos e imparciales pero desde primaria hasta universidad vi parcialidad y favoritismo.
Anectotas del colegio hay como para llenar libros, pero solo recordamos las que nos hicieron pasar un mal rato.
Mi maestra de 1ro. de primaria, recuerdo que aparte del clásico castigo de enviarnos al rincon nos puso un poco de rubor con unas cuantas bofetadas, que lejanos tiempos cuando el castigo fisico era comun en las escuelas.
En segundo no me toco una maestra que no golpeaba, pero si que gritaba, después supimos que la cambiarían por un joven maestro recién egresado, que nos saludo como si en vez de maestro fuera a ser nuestro amigo, pero fue el peor que recuerdo, no solo golpeaba y regañaba sino que también era un mentiroso, si hubiera sido mi maestro favorito quizá no hubiera terminado ni un año cuando ya lo hubieran cambiado pero NO, lo tuve que soportar creo que tres años, en una ocasión recuerdo que competimos con los alumnos de otro grupo y al final me toco pasar a la pizarra a mi, aunque era una operacion matemática sencilla al final la presión me hizo dudar por lo que falle, mi grupo perdio la competencia, al llegar a nuestra aula, no nos dio palabras de animo, no nos invito a hecharle mas ganas para la proxima, NO, lo que dijo fue, Perdimos por tu culpa! mirándome a mi, como si yo hubiera sido el unico que fallo, es decir a lo largo de la competencia se ganaba una ronda y se perdia otra por lo que cuando llegue yo al final estaba parejo el marcador, pero me dio solo a mi el merito de la derrota, no tuve valor de responderle que no fui el unico que fallo.
Nadie quería el turno vespertino, por regla debíamos cursar el 3ro año en ese horario y salir cuando el sol se esta poniendo, pero seguramente alguna personita muy apreciada por el maistro que tomo dos grupos y cambio el turno de 3ro a matutino, y nuestro grupo que habia pasado a 4to de nuevo al vespertino, intento convencernos que era un mejor horario, pero los que si alzaban la voz rechazaron la "petición" incluso hubo votación donde fue rotundo la negativa, para que al final dijera que de cualquier modo estaríamos en la tarde.
Solo hasta que llegue al sexto grado ya pude considerarme en zona segura, por fin me había tocado una maestra y ya los castigos fisicos eran cosa del pasado.
Un buen maestro debe dar bien su clase, tuve algunos que sin su libro no sabían ni como se llamaba su asignatura, otros que la dominaban a la perfección pero con un carácter difícil, creo que con una sola mano podría enumerar los que considero fueron los mejores maestros, aunque no tengo contacto con ninguno para felicitarlos en su dia.
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